domingo, 17 de mayo de 2015

Avanzar.

Días como hoy, que me levanto y pienso en que esta situación se ha vuelto demasiado cómoda,
demasiado conocida, demasiado igual.
Otra vez.

Esta vuelve a dejar de ser mi vida.
Bueno, sigue siéndolo. Pero no la siento ajena.
Hago cosas por mí misma, pero sólo unas pocas más que hace unos años.

Quiero avanzar.

No quiero decir que esto no esté bien, pero es demasiado cómodo.
Y eso es lo malo, el demasiado.

Supongo que necesito conocerme a mí misma de otra forma. No siendo la hija, la hermana,
la que debiera haber hecho esto o lo otro...
Sino la que decide cómo y cuándo hacer.
Ya no son las responsabilidades las que me buscan, se ha vuelto la tortilla, y ahora ardo en ganas de encontrarlas, olvidarlas y buscarlas de nuevo.

Será cierto eso de que me hago mayor.