martes, 13 de mayo de 2014

13.05.14

¿Sabes ese momento en el que decides que las cosas no son como esperabas,
que te engañas a ti misma y que no haces más que pegarte una y otra vez contra la pared?

Pues si me has enseñado que eso no puede ser así...
también me has enseñado que tengo que seguir creyendo en ello.

Supongo que es difícil de entender, pero tú eres quien me crea esas contradicciones.

Y cuánto me gusta.

Supongo también, que en eso consiste todo: en ser lo que la otra persona no puede.

Por lo que déjame decirte que si me dan miedo mis mañanas, más aún me da el no imaginármelos.
Déjame decirte además, que si me da miedo pasarlos sintigo, más aún me da el imaginármelo.

Así que, una vez más, déjame ser tu futuro presente, que del ahora nos encargamos juntos.

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